23 de diciembre de 2010

“Estamos enfermos perdónennos, perdónennos…”


A pocos días de un nuevo logro deportivo del club de tradición céntrica y elitista de la Ciudad de La Plata, la Región volvió a la normalidad. La utilización de la camiseta por amor a la misma, los presencia en paredones y esquinas barriales están muy lejos de conseguirse a través de las obtenciones materiales.
Nuevamente Gimnasia muestra lo popular de su identidad; en cada barrio de la Región se repiten las celebraciones en la adversidad deportiva con jornadas para niños y festejos de fin de año. Ahí en el barrio es donde reside la base de un Pueblo sufrido como pocos pero luchador como ninguno.
Y Ensenada no escapa la regla. Que linda noche pasamos a orillas del Canal Oeste en la zona del barrio El Farol. Una noche que surgió por el clamor de los Gimnasistas de la Ciudad y que en tan solo un par de días de organización reunió a más de un centenar de Triperos a la hora del morfi pero que fueron muchos más cuando el sonido de bombos y trompetas oficiaron de llamadores. Un agradable clima que contaba también con banderas características de la Ciudad – entre ellas la de “Ensenada Ciudad Tripera”.
Vació y chori para los Pibes de la Barriada que pasaron junto a vecinos y Triperos de otros destinos una noche que trajo a la memoria de los que pintan canas aquellas grandes fiestas populares de otras épocas.
En medio de tanta alegría, apareció “El Mimoso de La 22”; hermoso “mionca” que convulsionó el barrio. Pero también llego el más esperado, “Mi Buen Amigo”. El Lobizón repartió golosinas a los niños presentes; entre ellos muchos del barrio que se acercaban y que comenzaban a presenciar esta linda locura.
Alejándonos del “que festejan estos” – frase que sabemos que en definitiva les duele a los sectores minoritarios –, los vecinos sí supieron comprender poco a poco que esto que estaban presenciando era otra cosa, que se trataba de “amor”. Y comenzaron a disfrutar a pesar de no ser todos Tripas, aunque allí lo parecían. Los “otros”, intentarían dormir interpretando su peor pesadilla llamada “Gimnasia”. A ellos, simplemente les decimos: “estamos enfermos perdónennos, perdónennos…”